Crematorio
Para adaptarnos a las necesidades de cada cliente, en Tanatorio y Funeraria de Requena S.L., ofrecemos el servicio de cremación para aquellos que así lo deseen; puesto que se trata de un proceso más sencillo y rápido. La cremación es una práctica muy demandada en la actualidad y consiste en la incineración del cuerpo del difunto mediante un horno crematorio de última generación que funciona en altas temperaturas, con una duración de 2 a 5 horas. Además este proceso ha sido poco a poco aceptado por la Iglesia Católica, que la ha incluido en sus ceremonias.
Para realizar el servicio con total profesionalidad contamos con instalaciones específicas y adaptadas. Una vez realizado el servicio se depositarán las cenizas en una urna que se entregará a los familiares, que tienen la opción de conservarla o esparcir las cenizas en algún lugar especial. Ofrecemos urnas de diferentes materiales y de diversos diseños, además se puede grabar el nombre, la fecha del fallecimiento y si se desea alguna frase emotiva.
La práctica de la cremación se ha extendido por diversos motivos, algunos de ellos son por la falta de espacio en los cementerios, porque es menos costoso que un entierro tradicional y porque contamina menos el medio ambiente.
En referencia a este último aspecto los más concienciados con el cuidado al medio ambiente eligen unas urnas que están compuestas por materiales biodegradables; los materiales menos contaminantes que integran son el cartón, la arena y el mimbre, además de otros materiales; también la decoración de estas urnas es realizada con pinturas cuya base es el agua. Este tipo de urnas pueden destinarse a dos lugares, a la tierra o al agua puesto que en función de ello estarán compuestas por unos materiales u otros, para que puedan desintegrarse.
Las urnas destinadas al agua están compuestas principalmente de arena, sales, papel y gelatina, entre otros materiales; además cuando se depositan en el agua flotan durante un momento para luego sumergirse y de comienzo el proceso de descomposición.
Las que se depositan en la tierra están compuestas por arena, coco y bambú entre otros materiales. Además dentro de la urna se coloca una semilla que pueden elegir los familiares para que cuando termine el proceso de descomposición, que dura un año más o menos crezca un árbol o planta en memoria del difunto.
